Boletín
El diputado federal Rubén
Camarillo pidió a los políticos que en esta Cuaresma no se olvide que el
verdadero sentido de la política es la instauración del bien común, la
solidaridad y subsidiariedad, para dotar a las personas de una vida más digna,
con justicia y pleno respeto a sus derechos como personas.
En un mensaje inusual con
motivo de la Semana Santa, Camarillo Ortega dijo que en esta época hay también un
claro mensaje a los políticos y ese mensaje va en el sentido de para que
nuestra labor diaria se vea impregnada valores cívicos y éticos.
En ese sentido le
legislador federal panista invitó, de forma muy respetuosa, a las mujeres y hombres de todas las
expresiones políticas a aprovechar la Cuaresma para reflexionar y para no
olvidar que “nuestra misión como líderes, independientemente de partidos y
corrientes ideológicas, es la de crear condiciones de bienestar, seguridad y
desarrollo para la sociedad en general, especialmente para los más
desprotegidos”.
Luego de manifestar su
profundo respeto al ejercicio del derecho de libertad de credo que priva en el
país, consagrado en el 24 Constitucional, Camarillo Ortega sostuvo que “quienes
hacemos política llevamos a cuestas la enorme responsabilidad de guiar a la
gente por el camino correcto”.
“La política lleva
implícitamente la dimensión humana, por ello nunca hay que olvidar que nuestras
acciones tienen como fin el bienestar de la gente en todos sentidos, de ahí que
nuestra labor debe estar apegada a principios universales”.
Dijo además que, una forma
de vivir la Cuaresma es que entendamos que los políticos debemos dejar de ver
los puestos alcanzados como un patrimonio propio y personal; “No debemos ver como un beneficio propio
nuestros cargos y su influencia, sino que el correcto sentido es que, cada
cargo político es y debe ser visto como una poderosa herramienta generadora de
bien común.
Así, el legislador reiteró
la invitación para que los políticos, mujeres y hombres, “no olvidemos, cuál es
el verdadero sentido de hacer política y que recordemos siempre la dimensión
ética de nuestra labor”.
“Resulta a veces muy fácil
tomar decisiones desde la comodidad de nuestras oficinas, hogares, desde
nuestro estilo de vida que puede resultar bastante cómodo y olvidar las
condiciones en las que vive la mayor parte de la población del país. Esa
comodidad nos puede alejar de nuestra verdadera misión que es la de trabajar por
generar mejores condiciones de vida para todos”.
Por lo anterior, dijo, la Cuaresma es un momento
propicio para que los políticos reflexionemos profundamente sobre nuestra importante
misión cuya esencia, dijo, es el servicio a los demás.
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