En días pasados, la Presidenta Nacional del Partido Acción Nacional, Cecilia Romero, hizo un llamado a los candidatos a la dirigencia nacional y a sus respectivos equipos de campaña, de abstenerse de participar en la Asamblea Nacional a celebrarse el día de hoy en la Ciudad de México, a fin de mantener este máximo espacio deliberativo y de decisión de nuestro partido, al margen del proceso interno para la renovación de nuestra dirigencia. Ambos candidatos aceptaron este llamado, tal y como consta en la prensa nacional.
No obstante lo anterior, el candidato Gustavo Madero anunció, de última hora, que finalmente sí asistirá a la Asamblea de hoy, su pretexto de que él es delegado de la misma por ser Consejero Vitalicio, entre otros argumentos.
Más allá de la capacidad jurídica que se tenga para poder asistir a esta Asamblea, es por demás lamentable constatar que la palabra empeñada no tiene valor para Gustavo Madero; que los llamados a la prudencia, orden y civilidad emitidos por nuestra dirigencia nacional han sido ignorados por el candidato; y que, a pesar de que en las últimas horas la propia Cecilia Romero insistió en la importancia de que el aspirante a la reelección se mantuviera en lo dicho, Madero, simple y sencillamente, se negó y, con ello, faltó a su palabra. Qué pena.
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