- Se registra incremento de 10% en incidencia de enfermedades respiratorias
- A la fecha, un total de 410 mil aguascalentenses han sido atendidos de cuadros gripales o afección en vías aéreas
- Se han aplicado un casi 68 mil vacunas contra la influenza
Ante
el descenso de temperaturas y el notable incremento en las enfermedades
respiratorias el Gobernador del Estado, Carlos Lozano de la Torre
certificó que toda la población cuenta con la garantía de la atención
médica de calidad y calidez.
Al
reunirse con el Secretario de Salud del Estado de Aguascalientes,
Francisco Esparza Parada, el Mandatario Estatal giró instrucciones para
buscar alzar la bandera blanca en la prevención y atención de las
enfermedades respiratorias.
La
capacidad de atención médica instalada ha permitido que, durante el
presente año ha sido posible la atención de un total de 410 mil
aguascalentenses que se han visto afectados de enfermedades y
padecimientos relacionados con las vías respiratorias, cifra mayor en
10% a la registrada el año anterior. Dentro de informe presentado, se
destaca un incremento de 5% tan solo durante el presente mes.
El
Gobierno del estado ha redoblado esfuerzos en los 83 Centros de Salud y
5 hospitales estatales, así como en el Hospital Hidalgo, que a pesar de
haberse visto saturado por la demanda de atención, su personal ha
logrado dar una atención inmediata y de vanguardia.
En
Aguascalientes se han aplicado durante los últimos meses casi 68 mil
vacunas contra la influenza. Asimismo se ha realizado un importante
trabajo de concientización entre la población, a través de la difusión
de medidas básicas de cuidado y autoprevención.
“La
prevención es la mejor medicina. Vamos a redoblar trabajos para atacar
estos males que se recrudecen esta temporada. En Aguascalientes estamos
preparados para la temporada invernal”, resaltó el Mandatario Estatal.
Durante
esta época vacacional además de la prevención el instituto de Salud del
Estado de Aguascalientes recomienda evitar que los niños trepen en
árboles o bardas, quitar escaleras, bancos y cualquier estructura que
les sirva para escalar y caer; tapar muy bien pozos, aljibes, pilas,
tinas o recipientes de agua donde puedan caer los niños y ahogarse; en
el agua, los niños deben utilizar siempre sistemas de flotación y estar
vigilados por un adulto, aún en bañeras; no perder de vista a nuestros
niños, cuidándose de quemaduras, atropellamientos, ahogamientos, caídas,
envenenamientos o extravíos; no dejar que los niños se acerquen a la
estufa, plancha, calefactores u otros objetos calientes y no permitir
que los niños jueguen con cerillos, encendedores, velas, cohetes y
juegos artificiales.