- De las lombrices nace el abono.
- Se considera como oro para nutrir plantas y hortalizas.
Impulsados por la Secretaria de Educación Pública (SEP), alumnos de la carrera de Ingeniería en Agronomía del Instituto Tecnológico de El Llano (ITEL) han creado un abono orgánico denominado “Lombricomposta”, el cual es un método cada vez más popular de composteo pasivo y se reconocerá como la composta del futuro.
Con la Lombricomposta se obtiene dos tipos de abono que son: de forma líquida y granular. El de forma líquida es lo que escurre o lixivia que se recoge en una pequeña pila recolectora de este líquido y se puede usar en forma foliar en las plantas.
Mientras que el de forma granular, es la materia solida y se aplica directo al suelo. Estos dos abonos orgánicos son muy ricos en nitrógeno y carbono.
La lombricomposta nace a raíz de la lombriz roja (lumbricus rubellus), la cual se puede encontrar en el estiércol de vacas y caballos, también llamada “lombriz californiana” (Eisrnia fetida). Al crear las condiciones óptimas para que se desarrollen las lombrices, ellos pueden elaborar un humus (abono) de excelente calidad sin que se tenga que hacer el trabajo de hacer las pilas y traspalear.
Para formar este tipo de abono, se debe contar con un contenedor hecho a base de plástico, madera o cemento, instalándolo con ángulo de inclinación de un grado, para evitar encharcamientos. Es importante que cuente con drenaje para impedir el exceso de agua. Se debe comenzar con una pequeña cantidad de lombrices, dándoles pequeñas cantidades de materia orgánica, mezcladas con tierra. Una vez acostumbradas al alimento, poco a poco se añade más materia orgánica, y así se van reproduciendo las lombrices.
El entorno de los anélidos, necesita estar a una humedad relativa de 70% en el suelo. La temperatura ideal para que se reproduzcan es de 21 centígrados. No les gustan las temperaturas elevadas o fríos excesivos. Ubicarlas en una zona protegida de insectos y sombreado. Se debe utilizar un potenciómetro para medir el PH (potencial hidrogeno) ya que debe ser dentro de un rango de 6.5 a 7.5, no muy acido, ni muy alcalino para evitar muerte o perdida de lombriz.
Para separarlas de la tierra, se les agrega alimento, colocándolo en una esquina de la caja durante unos días, así todas se concentran en una orilla y la tierra puede cosecharse del resto de la caja. Otra forma de cosechar la tierra es colocarla al sol directo por unos minutos, las lombrices huyen de la luz del sol y la tierra se puede extraer poco a poco retirando las capas de arriba.
La lombricomposta terminada (en general consiste de las excretas de las lombrices) se considera “oro” para nutrir plantas y hortalizas, es una tierra riquísima en materia orgánica, minerales y nutrientes.
Los beneficios de este recurso natural son: Mejora la calidad de los suelos, porque contiene una gran suma de materia orgánica, reduce en cantidad considerable el uso de abonos inorgánicos, tiene un importante impacto en la economía, debido a que la materia prima es fácil obtenerla con grandes resultados.
Además usar este tipo de abono orgánico trae beneficios al medio ambiente, ya que no tiene contenidos químicos que puedan atentar contra la salud.
Así pues el Gobierno del Presidente de la República seguirá apoyando a los jóvenes emprendedores que buscan las alternativas para vivir mejor y seguir trabajando para construir el México del futuro.
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