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Desarrollan investigaciones sobre alternativas de alimentación para ganado.
El Centro de Ciencias Agropecuarias además de dedicar gran parte de sus tareas a la docencia y la investigación, ha logrado satisfactoriamente vincularse con los sectores productivos locales y de la región mediante la capacitación, asesoría así como transferencia tecnológica.
Al respecto, el Dr. Carlos Häubi Segura, profesor e investigador del Departamento de Disciplinas Pecuarias, desarrolla en conjunto de otros académicos del área la investigación “Evaluación de la producción y digestibilidad del pasto Maralfalfa”; un tipo de pasto que llega a crecer hasta 4 ó 5 metros de altura, que tiene alta proteína y digestibilidad que puede ser funcional para el ganado de engorda.
Expresó su interés sobre otro estudio que aborda la creación de camas de germinación con el objetivo de mejorar la digestibilidad del rastrojo de maíz: el grano de maíz que se vaya a dar de alimento al ganado se le pone al rastrojo, mientras que las raíces al germinar liberan enzimas que desdoblan las moléculas complejas de la fibra del rastrojo para hacerse más digestivas. “Queremos ofrecer al pequeño ganadero alternativas, el sector ganadero tiene que ser más profesional mediante el uso de sistemas más computarizados donde registren su todos los aspectos relacionados con la producción, alimentación, reproducción y rentabilidad”.
En este sentido, el Dr. Carlos Häubi Segura señaló que en México prevalece la filosofía estadounidense de la alimentación de ganado en corral a base de granos, de la cual se obtiene Omega 6; mientras que en Europa se alimenta en pasto, estrategia que cuesta y tarda más pero logra una mayor calidad y mejor salud, ya que el pasto contiene altos niveles de Omega 3. “Es mejor la carne creada en pasto que la producida en corral, sin embargo en México económicamente no es posible, ya que en Aguascalientes no se cuenta con la cantidad de agua para praderas por lo que se recurre a los corrales donde se da una dieta mezclada de silaje de maíz con rastrojo y algún concentrado tal vez para incrementar la proteína; desgraciadamente esto es cuestión más económica que una nutricional”.
Aunado a lo anterior, se refirió a uso de aditivos como el clembuterol para la engorda de ganado, cuyos efectos son incrementar el aerobismo, estimular el sistema nervioso central, aumentar la presión arterial y la lipólisis (acción que impide formar grasa y depositar más músculo), además de que el animal tiene una tasa metabólica más alta y crece más rápido. Sin duda esto tiene un beneficio económico para los productores, no obstante representa ciertos riesgos para la salud.
El investigador comentó que considerando la sensibilidad del consumidor y la cantidad de carne ingerida, pueden manifestarse algunos efectos secundarios como taquicardia; explicó que para ser intoxicado a nivel clínico se tendría que consumir hasta siete kilos de carne; por lo que también recomendó a la población informarse al respecto y a los productores conocer las alternativas existentes para la engorda de ganado.
Recalcó que actualmente el público exige mayor calidad en los alimentos, por lo que a nivel veterinario y de producción se debe ser más eficiente; es decir, poner más atención al bienestar animal, que tengan menos problemas de salud y que se empleen menos antibióticos o aditivos; para dejar que los animales crezcan a su potencial genético.
Finalmente, el Dr. Carlos Häubi Segura dijo que el sector ganadero involucra todo un circulo productivo, donde el consumidor tiene un papel fundamental, ya que si tiene un mejor nivel adquisitivo podría consumir lo que se produce localmente, lo que se llama economía solidaria; es decir que el productor venda con la menor cantidad de intermediarios al consumidor y que éste se sienta involucrado o solidario con los productores agropecuarios.
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